Libertad de Religión o Credo – Una Introducción

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La Declaración de los Derechos Humanos, enormemente influida por cristianos prominentes que ayudaron a proyectar sus artículos, empieza reconociendo la dignidad inherente, el valor y la igualdad de la persona humana y la familia. La premisa de que un ser humano tiene derechos viene de la creencia de que cada uno de nosotros está hecho a imagen de Dios. Por tanto, todos somos infinitamente preciosos y dignos tanto de protección como de libertad.

Así, Dios concede derechos humanos, no los gobiernos. Más bien, los gobiernos tienen el papel dado por Dios de hacer el bien e impartir justicia. (1) Pero, tristemente, las autoridades no hacen siempre necesariamente el bien y como resultado puede haber discriminación y persecución.

La libertad de Religión o Credo (Freedom of Religion or Belief) , a menudo abreviada como FroRB en los círculos políticos, es un derecho humano fundacional. Es la libertad para todos, incluidos los que tienen una visión del mundo secular, a creer lo que deseen y vivir sus vidas de acuerdo con lo que creen. El artículo 9 de la Convención Europa de los Derechos Humanos declara que la gente puede practicar sus creencias públicamente y con otros, así como practicar sus creencias en privado y solos. Las limitaciones permitidas son limitadas. Esto es, sólo son permitidas si la seguridad pública, el orden público o la salud o las libertades de otros están en peligro. Los creyentes individuales están protegidos, más que el credo en sí.

Íntimamente asociación con la libertad religiosa (ForRB), está la libertad de expresión y la libertad de reunión y de asociación. Todo el mundo puede percibir y compartir información e ideas, reunirse con otros y crear cuerpos como iglesias. De nuevo, las limitaciones permitidas son limitadas.

La Declaración de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y el International Covenant on Civil and Political Rights (Convenio Internacional sobre derechos y civiles y políticos), afirma derechos similares para todo el mundo en todo el mundo. Así, si estos derechos están en el derecho internacional, ¿Por qué hay a veces restricciones para los cristianos en Europa? Y lo que es más serio, ¿Por qué millones de cristianos afrontan la más horrible persecución: intimidación, ostracismo, cierre de iglesias, confiscación de publicaciones, restricciones en evangelismo, violencia, prisión, incluso muerte?

En todo el mundo, las razones para las restricciones, discriminación o persecución varían.

  • Las actitudes intolerantes o de otra fe o visión del mundo,
  • Las actitudes intolerantes dentro de una ideología política,
  • La actitud intolerante de una denominación cristiana hacia otra,
  • Un sentido de identidad nacional vinculado hacia una fe o visión del mundo,
  • Etiquetas religiosas dadas a los dos bandos de un conflicto político para ayudar a justificar su causa,
  • Gobernanza o Estado de Derecho débil. En algunas naciones, todo el mundo puede sufrir restricciones de sus derechos humanos o sea que los cristianos sufren junto con todo el mundo. O las autoridades locales ignoran la ley nacional u optan por imponer restricciones más severas.
  • Choque de derechos entre diferentes grupos. Aunque la ley de derechos humanos dice que todos somos iguales ante la ley y todos los derechos humanos son iguales, demasiado a menudo la sociedad opta por favorecer los derechos de unos sobre otros.

La presión puede venir de las autoridades o de la comunidad o incluso de una familia cristiana.

Solidaridad con los que están heridos.
Cuando una parte del cuerpo sufre, todo el cuerpo sufre. (2) Es tan importante que recordemos a nuestros hermanos y hermanas que sufren por su fe.

Hay muchas organizaciones especializadas que apoyan a la iglesia perseguida mediante la oración, disciplinando, con solidaridad práctica y campañas. Puedes ver aquí o aquí unas cuantas de las grandes ONGs con las que puedes conectar. Te pueden ayudar a saber cómo orar, así como darte oportunidades de participar simplemente haciendo campaña o directamente animar a los cristianos perseguidos.

Solo podemos orar si estamos informados. Cada año se publica la lista World Watch List, resaltando las 50 naciones donde es más peligroso ser cristiano. Leer sobre la persecución puede ser abrumador para nosotros. Pero quizá puedas orar por una nación cada semana. O pedir al Señor que te guie para concéntrate en apoyar a la Iglesia en uno o dos países. O, cuando una nación está en las noticias, eso puede moverte a orar para la Iglesia de allí. O puede que tu iglesia pueda señalar el Día de oración internacional para la iglesia perseguida (IDOP), celebrado cada noviembre.

¿Nuestra propia libertad religiosa o de credo?
Ningún país europeo está entre las 50 naciones más peligrosas. Somos bendecidas con una tremenda libertad y debemos asegurarnos de aprovechar al máximo la libertad que tenemos. Sin embargo, los cristianos en Europa pueden enfrentarse a dificultades. El tipo de problemas varía considerablemente.

Algunos evangélicos afrontan los actuales pequeños signos de que los que te rodean piensan que eres un ciudadano de segunda clase. Otros están frustrados por las dificultades burocráticas innecesarios que hacen tan difícil, por ejemplo, conseguir un nuevo edificio para la iglesia. Otros ahora están asustados al hablar de su fe en el trabajo por miedo de poder perder sus empleos.  Y hay un número creciente de casos donde no ofender los derechos de los miembros de la comunidad LGBTI+ ahora se priorizan sobre la libertad de conciencia de los cristianos.  

Y también están los muchos cristianos que buscan asilo que temen la persecución si vuelven a casa. Demasiados son deportados porque las autoridades no se toman en serio los riesgos que ellos afrontan. O dudan que el solicitante de asilo sea un a autentico cristiano porque él o ella no es capaz de contestar preguntas teológicas difíciles o porque los asesores no aceptan las pruebas aportadas.

El reto es responder de forma que honre a Cristo. Puede ser tentador retirarse a la seguridad de nuestra familia cristiana, retraerse de compartir nuestra fe, quizá incluso comprometiendo nuestras creencias. Otros reaccionan con ira, dividiendo el mundo, no necesariamente exacto al 100%, entre los que están a favor o en contra del cristianismo. Pero la Escritura nos enseña a permanecer firmes, amar a nuestros enemigos o compartir las Buenas Noticas de Jesucristo de todas formas.

A lo largo de Europa, también podemos hablar más alto para mejorar la libertad de religión. Esto puede suponer hablar tranquilamente con nuestro empleador o en el colegio de tu hijo para ver si puede haber alguna flexibilidad para resolver un tema de conciencia. O podemos intentar entablar una relación positiva con el gobierno local a través de la acción de la comunidad de nuestra iglesia u ofrecernos a orar. Esto puede ayudar a las autoridades a vernos como miembros razonables y de ayuda de la sociedad para que, por ejemplo, estén más abiertos a conceder permisos para nuestras reuniones al aire libre.

También hay sitio para una defensa a mayor escala, buscando influir al gobierno para cambiar leyes problemáticas o impedir que se creen otras. Y debemos hacer todo lo que podamos para persuadir a las autoridades para que muestren más justicia cuando hagan juicio sobre los solicitantes de asilo.

Si todo lo demás falla, podemos ir al juzgado a defender nuestros derechos. Los juicios no siempre van como podríamos desear. Y un caso débil que falla, puede crear un precedente que limite la libertad para todo el mundo. Pero oremos por los abogados que pueden seleccionar y después pelear en los casos fuertes que pueden proporcionar tanto resoluciones positivas para los individuos implicados como más claridad sobre la importancia y ámbito para la libertad religiosa (FoRB).

No todo se trata de nosotros. Los seguidores de otras fes deben ser capaces de sentirse parte de la sociedad y tener libertad para practicar plenamente su fe. En algunos países, algunos dicen que los derechos de los animales o de los niños son más importantes que la FoRB, lo que le lleva a iniciativas de para prohibir los sacrificios Kosher /Halal o de la circuncisión masculina. Si bien por supuesto los animales y los niños tienen derechos, restar importancia así la libertad religiosa (ForRB) es increíblemente serio para todo el mundo.

Estos ejemplos nos recuerdan que la vida es complicada. Nuestros países están compuestos de diferentes grupos cuyos derechos pueden eclosionar. Tenemos que ser capaces de vivir juntos con nuestras más profundas diferencias. Esto significa que no siempre podemos conseguir lo que queremos. Nadie debería poder causar autentico daño a otro. Pero también está la cuestión de ser buenos prójimos si nuestras sociedades han de mantenerse unidas. Si pedimos a la gente que respete nuestros derechos, preocupémonos de los derechos de otros. Necesitamos una plaza pública civil (3) en la que estemos todos preocupados por el bienestar del otro y podamos negociar las inevitables tensiones con justicia.

Aquí se pueden encontrar más recursos sobre libertad religiosa (FoRB) y cómo defenderla. Pero, al final, estamos llamados a profundizar en nuestra confianza y amor por el Señor. Después, como el apóstol Pablo en Filipenses, seremos capaces de regocijarnos y vivir para siempre apasionadamente nuestra fe en medio de la peor persecución.


(1) Romanos 13:1-7
(2) 1 Corintios 12:26
(3) La plaza pública civil se explora en la Global Charter of Conscience